El pasado 21 de octubre, a los 71 años, falleció el gran acordeonero Egidio Cuadrado. Lo recordamos con palabras de sus amigos: Carlos Vives y ‘El Papa’ Pastor, algunos de sus momentazos, y señales del que sería su último disco.
Un villanuevero con sombrero vueltiao, mochila y acordeón al pecho. De ojos azules brillantes y siempre sonriente, así era Egidio. El que tocó los clásicos vallenatos, emparrandó al mundo y con su nota extensa hizo que locales y foráneos cantaran “Me lleva él o me lo llevo yo, pa que se acabe la vaina”. Un tipo bacano, siempre mamando gallo, que le sacaba a Carlos Vives un “¡Con sentimiento compadre!”, y así se quedó: ‘El Compadre Egidio’. Como él mismo afirmaba: “El que más compadres tiene, y sin ahijados”.
¿Y quién no quiere a Egidio Cuadrado?
“Mi compadre nunca dejó de ser el campesino de Villanueva. Aunque viviera mucho tiempo en Bogotá y recorriera países tocando. Siempre se sintió orgulloso de haber sido recolector de café en su tierra. Orgulloso de tantos compositores, acordeonistas; de los músicos que nacieron en su pueblo. De todo. Sí íbamos por decir, a Londres, comparaba Londres con Villanueva. Sí llegábamos a Miami, comparaba Miami con Villanueva. Si viajábamos a Nueva York, comparaba Nueva York con Villanueva. Sí veíamos el Radio City Music Hall, decía: “Así es que yo voy a construir un teatro en Villanueva”. Mi compadre siempre con la picaresca, sacándonos risas. A veces para que nos divirtiéramos, les cambiaba la letra a las canciones, con un tono jocoso, con esas palabras a las que hay que ponerles un pitico encima, y hasta eso le lucía.
Siempre sencillo, desprovisto de arrogancia. Diciéndome que el matrimonio que más había durado era el nuestro…tantas vivencias. Yo le agradezco todo. Su amistad y enseñanzas. Haber creído en mí desde el principio”, apunto Carlos Vives.